Con un ritual ancestral mazahua y el respaldo de diversas comunidades originarias, Zitácuaro inaugura una nueva era para la justicia en Michoacán, con la apertura de las Salas Colegiada Civil y Unitaria Penal que reconocen por primera vez a los pueblos indígenas como sujetos de derecho público. Este hecho histórico fortalece el acceso a la justicia en la región Oriente del estado y consolida un modelo judicial más cercano, ágil y transparente.
El 26 de septiembre de 2025, en la Peña de Las Golondrinas, se llevó a cabo un ritual de purificación y sanación que contó con la participación de los pueblos originarios de Crescencio Morales, Donaciano Ojeda, Francisco Serrato, Carpinteros y la comunidad otomí de San Cristóbal. Estos grupos manifestaron su apoyo a magistrados y jueces, destacando que la reciente reforma judicial reconoce por primera vez a los pueblos indígenas como actores con representación real en los tribunales, un paso fundamental para garantizar justicia con equidad y respeto cultural.
El Fiscal General del Estado, Carlos Torres Piña, enfatizó que esta nueva integración del Poder Judicial surge del voto popular, lo que legitima el trabajo de las y los juzgadores. Además, resaltó la importancia de mantener el respeto hacia la madre tierra como principio vital en la vida comunitaria, celebrando que las comunidades mazahuas acompañen este proceso histórico.
Por su parte, el presidente municipal de Zitácuaro, Juan Antonio Ixtláhuac Orihuela, calificó la apertura de estas salas como un acontecimiento histórico que fortalece la democracia y reconoce el papel fundamental de los pueblos originarios en la vida política y social de la región.
Las nuevas Salas Colegiada Civil y Unitaria Penal atenderán asuntos de segunda instancia en los distritos judiciales de
