La nueva etapa del Poder Judicial en Michoacán marca un cambio histórico con la toma de protesta de las personas juzgadoras electas tras la reforma constitucional que democratiza la designación de jueces y magistrados. El diputado Octavio Ocampo destacó que este momento representa el inicio de un modelo judicial que deberá responder a las expectativas ciudadanas y superar las críticas que acompañaron el proceso legislativo[Comunicado 823 / 2025].
Reforma constitucional y democratización del Poder Judicial en Michoacán
La reforma aprobada recientemente en Michoacán modificó el proceso de designación en el Poder Judicial, permitiendo la elección directa de jueces y magistrados como mecanismo para democratizar el órgano judicial. Este cambio implica que la legitimidad del nuevo modelo dependerá del desempeño efectivo de quienes hoy asumen sus cargos, con una responsabilidad directa en reivindicar las críticas recibidas durante el debate legislativo.
Responsabilidad y expectativas ciudadanas
Octavio Ocampo subrayó que la responsabilidad de responder a las críticas recae en las personas juzgadoras que tomaron protesta, pues su actuación será clave para el éxito de la reforma. El trabajo jurisdiccional debe estar alineado con las demandas sociales y garantizar justicia pronta y expedita, fortaleciendo la confianza ciudadana en el sistema judicial.
Contexto nacional de la reforma judicial
Esta reforma en Michoacán es parte de un movimiento más amplio en México, donde en 2024 se aprobó una reforma constitucional que permite la elección popular de jueces y magistrados a nivel federal y estatal, incluyendo ministros de la Suprema Corte. La reforma busca combatir la corrupción y acercar la justicia a la ciudadanía, aunque ha generado debates sobre la posible politización del Poder Judicial y la independencia judicial[1][3][4][5].
Cambios estructurales en el Poder Judicial
Además de la elección directa, la reforma contempla la creación de dos nuevos órg
