Con la firme convicción de que la educación es la base para formar ciudadanos críticos y comprometidos, la diputada local Brissa Arroyo lanzó un llamado urgente para garantizar una educación de calidad en todos los niveles en Michoacán. Desde la tribuna del Congreso estatal, la coordinadora del Grupo Parlamentario del PRD enfatizó que la educación no solo es un derecho constitucional, sino el camino para que cada persona alcance su plenitud y contribuya al progreso social.
Educación para todos: un derecho y una responsabilidad histórica
Arroyo evocó las palabras de José María Morelos, quien demandó que “se eduque a los hijos del labrador y del barrendero como a los hijos del más rico hacendado”, subrayando que la educación debe ser igualitaria y accesible para todos, sin importar su origen social. Enfatizó que esta política educativa debe mantenerse firme, sin caer en ideologizaciones que desvíen su propósito esencial: formar a la niñez y juventud para que sean partícipes activos del conocimiento universal y los retos del mundo moderno.
Retos actuales: escuelas precarias y desigualdad educativa
La legisladora no ocultó la realidad que enfrentan miles de estudiantes en Michoacán, donde aún persisten las llamadas “escuelas de palitos”, estructuras precarias que exponen a los alumnos a condiciones adversas como la lluvia, el viento y la falta de servicios básicos como agua potable y sanitarios. Además, señaló la carencia de acceso universal a internet y la eliminación de programas como las escuelas de tiempo completo, que ofrecían alimentación a niños en comunidades marginadas, lo que agrava la brecha educativa entre zonas urbanas y rurales.
La educación como motor de democracia y desarrollo social
Brissa Arroyo advirtió que quienes apuestan por mantener la ignorancia educativa para obtener lealtades electorales están equivocados, pues la verdadera fortaleza de la democracia radica en una ciudadanía educada y comprometida. La educación
